Escamilla
"We are all in the gutter,
but some of us are looking at the stars.”
― Oscar Wilde
ORCID ID: 0000-0002-8929-250X
Celia pasó sus primeros años en Ciudad del Carmen, Campeche, y recuerda que desde que tenía cuatro años estaba interesada en el cosmos: su objetivo, desde entonces, era estudiar astronomía y tal vez llegar a ser astronauta. Conforme los estudios de Celia fueron avanzando, creció su interés por la ciencia. Una de las influencias más importantes que tuvo en ese momento fueron sus padres, ambos académicos, que le regalaron algunos libros de astronomía. El primero que le obsequiaron fue Cómo acercarse a la astronomía, de Julieta Fierro, a quien admira hasta la fecha. A los 10 años le preguntó a su maestra de primaria qué tendría que hacer para dedicarse a la astronomía. Ella le contestó que primero tendría que estudiar física.
Otra de las personas que contribuyó a que Celia quisiera dedicarse a dicha área fue el Dr. Miguel Alcubierre Moya, a quién vio por primera vez en un reportaje de Discovery channel cuando ella estaba en la secundaria, y le interesó mucho los fenómenos que ahí se discutieron, por ejemplo, la posibilidad de viajar más rápido que la luz. Haciendo retrospectiva, Celia jamás llego a pensar que su héroe de aquel entonces se convertiría en uno de sus colegas en la actualidad. “El Dr. Alcubierre es un investigador admirable, de realizar ciencia de frontera a realizar divulgación para todas las edades, es un gran ejemplo a seguir y una de las personas con mayor calidad humana que conozco”, afirma.

Para poder estudiar física, Celia cursó un bachillerato técnico, en el CETIs No. 20, que tenía el área de físico-matemáticas. Posteriormente, inició la licenciatura en física en la Universidad de Guanajuato. Sus asignaturas preferidas fueron Introducción a la Cosmología y Mecánica Clásica. Algunos profesores que la inspiraron en la Universidad fueron el Dr. Octavio Obregón Díaz y el Dr. Luis Arturo Ureña López.
En el primer semestre de la licenciatura, tomó la materia de Introducción a la Astronomía. Para su sorpresa, se dio cuenta que la materia que tanto había deseado cursar no le gustaba. En cambio, le encantó la Cosmología: se dio cuenta de que no se necesita un telescopio muy caro para estudiar el Universo, sino solamente un papel y un lápiz.
En esta época obtuvo una beca para realizar parte de su tesis de licenciatura en la Universidad de Cambridge, donde tuvo la oportunidad de conocer y tomar clases con Stephen Hawking, a quien vio por primera vez en una conferencia donde le tocó estar sentada junto a él, pero no se atrevió a hablarle. Después, pudo interactuar con él en un seminario que tomaba regularmente. Celia comenta que Hawking era “todo un gentleman, muy inglés”.
Celia obtuvo su título de licenciatura con una tesis llamada Cosmología en el Límite de Carroll en la acción de Sen, donde estudió la posibilidad de modificar las ecuaciones estándares de Einstein para ver sus límites superlumínicos, y la posibilidad de tener campos escalares, conocidos como taquiones, que pudieran violar la condición de la constante de la velocidad de la luz. Su tutor fue el Dr. Octavio Obregón Díaz (de la Universidad de Guanajuato) y su supervisor el Dr. Fernando Quevedo (de la Universidad de Cambridge). De esta tesis se derivaron dos publicaciones de arbitraje internacional.

Al terminar la licenciatura, cursó la maestría en física, también en la Universidad de Guanajuato. Durante ese tiempo se dedicó completamente a la Cosmología, y junto a Octavio Obregón, desarrolló una teoría que se llama “súper gravedad clásica”. Su tesis se tituló: Cosmología clásica supersimétrica. Al realizar dicho trabajo encontró un gusto particular por la Cosmología teórica y observacional.
En él realizó un estudio supersimétrico en el escenario de supercampos, donde era posible derivar un sistema de ecuaciones clásicas que describen una cosmología modificada. Las modificaciones derivadas de la supersimetría coincidieron con la posibilidad de tener un fluido cosmológico conocido como “materia suave”, del cual no es tan obvio obtener de la Relatividad General estándar descrita por Einstein. A partir de este trabajo se publicaron dos artículos de arbitraje internacional.
Con el apoyo de la Fundación Pablo García y del gobierno del País Vasco, inició sus estudios de Doctorado en Ciencia, Tecnología y Observación Espacial en la Universidad del País Vasco, en colaboración con la Universidad de Oxford. Sus asesores fueron la Dra. Ruth Lazkoz y el Dr. Pedro Gil Ferreira. Durante sus estudios tuvo la oportunidad de impartir y hacer estancias cortas en diferentes partes de Europa.
La más memorable, recuerda ella, es la exposición de dos de sus trabajos de investigación en los famosos congresos Marcel Grossmann, en esa ocasión realizados en la ciudad de Estocolmo, donde tuvo la oportunidad de estar justo donde entregan los Premios Nobel.
Al finalizar su doctorado con mención honorífica, inició un posdoctorado en la Universidad de Nottingham, con el profesor Edmund Copeland. Después, recibió una propuesta para regresar a México a trabajar al Centro Mesoamericano de Física Teórica (MCTP). Durante su contrato en el MCTP recibió la aprobación de un segundo postdoctorado en Brasil, por lo que decidió solicitar un permiso y así trabajar en la Universidad Federal de Espíritu Santo, en el departamento de Física Teórica. Ahí terminó de formarse como investigadora, publicó varios artículos y dio varias charlas.
Después de un año, se reincorporó a sus actividades como profesora investigadora del MCTP. Tres años después, ganó un concurso de plaza de investigador en el Instituto de Ciencias Nucleares, en donde actualmente es Jefa del Departamento de Gravitación y Teoría de Campos. Mientras se incorporaba al instituto, recibió una de las noticias más gratificantes de su carrera: fue aceptada como Fellow de la Royal Astronomical Society, siendo la primera mujer mexicana en recibir este nombramiento.
Actualmente su investigación se centra en restringir los modelos cosmológicos, así como en determinar la naturaleza, estructura y la cantidad de energía oscura en el Universo. También está interesada en aplicar métodos de aprendizaje automatizado al estudio de la cosmología.
La idea es procesar datos astronómicos con la finalidad de predecir modelos teóricos, es decir, resolver el problema de la cosmología inversa: de los datos a la teoría. En particular está usando dicho método para estudiar la energía oscura. Aborda dicho estudio a través de modelos alternativos de gravedad, con el objetivo de proponer una nueva ecuación de estado que pueda describir el comportamiento dinámico de la energía obscura y que le permita hacer pruebas con los datos observacionales.

En cuanto a sus pasatiempos, a Celia le gusta viajar, tanto por su trabajo, como para disfrutar su tiempo libre. Mürren, Suiza, es su lugar preferido, su “paraíso personal”. Le gusta observar nuevos lugares y probar sabores diferentes. En palabras de su novelista favorito Ian Fleming, ella “encuentra placer en lo que come y en lo que ve”.
Disfruta el laúd y la música renacentista, y porque no, la música disco de los 80’s. También es esgrimista y ha ganado varias medallas en competencias en Francia y Bilbao. Finalmente, le encanta leer, en particular le gustan las novelas victorianas inglesas y aquellas de la serie de James Bond. Además, disfruta de escribir poesía.
Para mayor información sobre la Dra. Celia Escamilla Rivera, se puede consultar su página de internet:


Instituto de Ciencias Nucleares, UNAM. 2021.
Responsable de contenidos: Dra. Carmen Ortega. Página web, diseño e ilustración digital: Mtra. Aline Guevara. Edición de textos: Dra. Gabriela Frías/UCC-ICN. Código original: Ing. Gustavo Gómez Macías/GozDeveloper. Fotografías: A. Guevara/UCC-ICN; Linda Lasky; Adrien Olichon, Ryan Shumway y Josh Rose/Unsplash.