¿Y llora mucho?

Enero, 2006

Dos amigos me sorprendieron con esta pregunta. No. No llora mucho, pero hay más que decir acerca del llanto.

Imaginen estas escenas. Después de una noche en que Pedrito León ha llorado desconsolado sin que sus padres encuentren la causa, ambos discuten qué le puede estar pasando al niño. La abuela materna interviene: "Es sano que lloren un poco". Semanas después la abuela paterna carga a Pedrito León que duerme plácidamente. De repente, Pedrito León se pone rojo y arruga la frente sin despertarse. Le comunico a la abuela que el bebé tiene hambre y ella replica: "pero no ha llorado".

Para nosotros, Pedro y yo, el que Pedrito León llore significa saltar corriendo hacia él y atender sus necesidades. Llora cuando le duele algo, cuando se despierta por que su pañal está sucio o cuando está fastidiado y no halla como acomodarse para dormir. Cuando tiene hambre, grita, primero gritos cortos y, si por alguna razón me tardo en alimentarlo, los gritos aumentan de intensidad y pueden llegar al llanto si no lo atiendo pronto. En un par de ocasiones ha llorado por que se siente solo en su cuna o la sillita donde lo transportamos en el carro. Así que llora poco, pues apenas comienza lo atendemos y en otros casos no necesita ni empezar.

¿Es bueno que lloren los bebés? Pedro y yo crecimos rodeados de libros, así que cuando se trata de enfrentarnos a nuestra ignorancia, nuestro mejor recurso son los libros. Así hemos descubierto que a los niños que se les deja llorar tienen más problemas fisiológicos y psicológicos que los que son atendidos en cuanto empiezan a llorar. El llanto es la forma en que el bebé se comunica, dejarlo llorar implica ignorar sus esfuerzos por decirnos lo que siente o necesita y hacerlo sentir inseguro de sí mismo. A la larga los bebés ignorados se vuelven manipuladores pues deben buscar otras estrategias para que les hagan caso. Así que  Pedrito León no llora mucho, por que no lo necesita y, tal como lo predicen los estudios reportados en los libros que hemos leído, cada vez llora menos y ríe más.

Todos los que han tenido hijos saben que los consejos nunca faltan y siempre hay alguno que comienza con: "nunca debes...". Y es bueno escucharlos pues siempre hay algo que aprender de las experiencias de los demás. Lo que hemos descubierto es que hay muchas cosas en las que no hay nada definitivo. Cosas como el uso del chupón, donde debe dormir el bebé o la circuncisión son decisiones que uno debe tomar de acuerdo a sus creencias y al carácter del bebé. Lo que es interesante leer en los libros son  las consecuencias, pros y contras de muchas de estas decisiones.

Seguramente Pedrito León nos hará saber un día nuestros errores como padres. Sólo espero que ninguno de ellos sea el resultado de algo que pudimos haber evitado con poca o mucha información. Con nuestra educación y recursos yo lo consideraría un crimen imperdonable.

 

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