• A lo largo de su trayectoria académica ha publicado 173 artículos científicos que suman al menos 5 mil 309 citas.
El doctor Hernando Quevedo Cubillos, investigador del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) recientemente fue nombrado investigador emérito del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII), del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt).
A lo largo de su amplia trayectoria académica, el investigador del Departamento de Gravitación y Teoría de Campos ha publicado 173 artículos científicos que al día de hoy suman cinco mil 309 citas.
Además de su producción científica, desde 1996 el doctor Quevedo Cubillos se ha ocupado en la formación de al menos 54 estudiantes, de los cuales 20 han sido de licenciatura, 20 de maestría y 14 de doctorado.
Siempre con una sonrisa, el Dr. Hernando Quevedo Cubillos recibió su nombramiento en febrero pasado. La comunidad del ICN le acompaña con orgullo y cariño, y le felicita por este logro.
Instituto de Ciencias Nucleares (ICN): ¿Qué representa para usted este emeritazgo?
Hernando Quevedo Cubillos (HQC): Creo que es una gran responsabilidad porque se supone que al ser uno emérito debe ser como ejemplo para otras personas, sobre todo para estudiantes. Significa que ha tenido una carrera importante y sus colegas lo reconocen. Entonces, ante todo es eso una nueva responsabilidad, por lo menos así yo lo veo.
ICN: ¿Cómo ha logrado hacer trabajos destacados que suman más de 5 mil 300 citas?
HQC: Bueno, en toda mi carrera académica he tratado de hacer como se dice en inglés think outside the box. O sea, no me gusta seguir una tendencia. En la ciencia hay modas y por lo general, si uno va detrás de esa moda, detrás de otros colegas que, por así decirlo, van abriendo el camino, es una vida bastante segura porque no hay absolutamente ningún riesgo, o por lo menos el riesgo lo están tomando los que van adelante.
Entonces, de esa perspectiva, yo pensaría que los trabajos más importantes que he hecho son aquellos en los que propongo cosas nuevas. Uno, quizás el primer trabajo en el que yo participé, donde propuse algo diferente, era en astrofísica relativista, que consistía en explicar o describir el campo gravitacional de una manera muy exacta, con algo que se llama multipole moments, y esa manera exacta se usó más tarde para calibrar, por así decirlo, el sistema de satélites que se utiliza hoy en día para la navegación, es decir, el GPS.
Esas fueron las primeras cosas que hice en los años 80, cuando todavía era estudiante de doctorado. Después, una de las propuestas que son en este momento uno de mis grandes orgullos, es lo que yo he llamado la geometrotermodinámica, que es una manera diferente de ver los sistemas termodinámicos. Yo propuse ver estos sistemas desde una perspectiva geométrica.
Quizás el tercer trabajo más destacado es lo que yo he llamado cuantización de fibras, que es una manera alternativa de atacar uno de los problemas que consideramos como de los más grandes, de los más desafiantes que hay en la física teórica, que es la cuantización de la gravedad. Es un trabajo que comencé a hacer desde hace más de 20 años, no lo he terminado, pero esta propuesta de cuantización de fibras no ha tenido tanto éxito como la de la geometrotermodinámica porque realmente es muy difícil y lo poco que se ha logrado no ha sido suficiente para convencer a colegas o a grupos de otras universidades a colaborar en este tema.
Estoy trabajando sobre todo con estudiantes que se atreven a entrar a hacer cosas completamente raras y diversas.
ICN: ¿Cómo pensar fuera de la caja?
HQC: Yo creo que eso vino directamente desde mis años de universidad. Yo estudié en la Unión Soviética, en Moscú y tuve la fortuna de estudiar al mismo tiempo física y matemáticas. Recuerdo que varios profesores me decían, ‘si quieres resolver un problema, lo puedes encontrar en los libros, ahí está la guía, estudia bien y lo vas a resolver, pero eso es lo más fácil que hay, resolver el problema. Lo más difícil que hay es resolverlo de tal manera que aparezcan preguntas’. ¡Para eso hay que pensar de una manera diferente!”
Creo que en ese entonces comencé, gracias a la enseñanza de mis profesores en Moscú, aprendí a hacerlo, sobre todo con la matemática y con la geometría fue que aprendí a pensar outside the box.
ICN: ¿Cómo le hace para aterrizar una idea que parece una locura?
HQC: La verdad no me preocupa lo que piensen, me han calificado de loco, sobre todo me han calificado de soñador mis propios colegas, tanto en México como del extranjero, porque realmente es muy diferente lo que yo hago.
Trato de dar muchas charlas de las cosas donde yo veo que la gente no me va a creer. Yo espero críticas y sugerencias. Por ejemplo, cuando estaba empezando lo de la geometrotermodinámica fui a Estados Unidos y Europa y varios colegas me decían, eres un soñador porque esas cosas así no funcionan. Entonces yo pensaba voy por el camino correcto. Si consideran los colegas que voy mal eso significa que voy bien ¡Y tenía toda la razón!
Hoy en día, la geometrotermodinámica es un formalismo que ya se está convirtiendo por sí mismo en una teoría y tiene bastante éxito a nivel mundial. Del tema de cuantización de fibras, allí todavía me siguen diciendo que soy un soñador, que no debo perder el tiempo, digamos que estas son las críticas más fuertes que he recibido, otras observaciones más interesantes que me han hecho los colegas más son “me gustaría ayudarte, pero mejor no, mejor tú solo pierde el tiempo y te deseo mucha suerte”. Ahí no he tenido realmente prácticamente ningún éxito con colegas.
Aunque, hay varios estudiantes en este tema de la cuantización de fibras, sobre todo aquí en Italia en donde actualmente me encuentro de año sabático. Son estudiantes de matemáticas que están trabajando en tratar de desarrollar el tema.
También en México he tenido varios estudiantes de maestría y doctorado que han trabajado en ese tema. Entonces sí he logrado algo, pero sobre todo con los más jóvenes, que como tienen mucho tiempo por delante se atreven a arriesgarse. Porque hay que decirlo, hacer cosas outside the box es un gran riesgo, ese riesgo es equivocarse. Pero a mí me queda claro es que, si uno no se arriesga, nunca va a lograr nada que sea diferente.
Andar detrás de una tendencia general en la ciencia es muy cómodo, y no digo que esté mal, pero creo que también debe haber gente que se arriesgue y que esté dispuesta a que lo critiquen, que lo crean un soñador, que lo crean un loco, creo que tiene que haber ese tipo de gente en la ciencia.
ICN: ¿Usted se cree un soñador?
HQC: Sí, claro. Toda la vida he soñado cosas, digamos cosas alcanzables, tampoco sueño así con fantasías que no tienen ningún sentido. En la física matemática, que es de los temas a los que más me he dedicado, sueño bastante con lograr cosas interesantes, con resolver problemas interesantes.
Creo que yo sueño todos los días con eso, con los temas en los que estoy trabajando, con los problemas que estoy resolviendo. Soy un soñador de tiempo completo.
ICN: ¿Cuál es su más grande sueño?
HQC: En la academia mi más grande sueño en este momento es poder describir bien la cuantización de fibras y que tenga sentido, se pueda aplicar y pueda resolver problemas serios. Ese es mi gran sueño en este momento. Sé que es muy difícil, pero es lo que le digo a mis estudiantes: todo el mundo debe tener algo que le quite el sueño, no me refiero a no dormir, sino a dormir soñando en que sí puedes resolver ese problema y que te despiertes en la noche porque de repente te diste cuenta de que hay algo que no habías visto. Eso para mí, es soñar.
En la vida personal, mi máximo orgullo es mi familia. Tengo a mi esposa, dos hijas y dos nietas. ¡Esa es mi familia! Y mi gran sueño es que sean felices. Yo hago todo lo que pueda para apoyarlas en lo que necesitan. Algo que me gustaría es ver a mis nietas, mis hijas ya pasaron por eso, pero mis nietas aún no, entonces me gustaría verlas en la universidad, en particular en la UNAM y que aprovechen de todas las bondades de la UNAM que es muy grande, fuerte y generosa.
ICN: ¿Qué representa para usted la UNAM?
HQC: Bueno, la UNAM no es mi alma mater como tal, yo tengo dos almas mater la People's Friendship University of Russia y la University of Cologne, en Alemania, también podría decir que algunas universidades de Estados Unidos en las que hice estancias postdoctorales.
Pero la UNAM tiene un lugar especial en mi corazón porque es en donde me he desarrollado profesionalmente. Yo llegué muy joven a México, incluso muchos pensaban que era estudiante, y fue la atmósfera que tiene la UNAM, esa gran libertad académica que existe, lo que me ha permitido desarrollarme como científico y es algo que valoro mucho. Entonces, la UNAM para mí es una gran institución a la que le debo todo lo que he hecho como físico, es mi segundo hogar.