El plasma es conocido como el cuarto estado de la materia
y es un gas cuyos componentes se encuentran ionizados, es decir, los átomos
o moléculas que constituyen al gas han perdido uno o
más electrones. Aunque los electrones se hayan liberado de los
átomos o moléculas, ellos permanecen en
el gas teniendo libertad de movimiento. Un
plasma puede estar parcial o totalmente ionizado, dependiendo
de si todos sus componentes están cargados electricamente o sólo
una fracción de ellos. Por el hecho de estar ionizado, el comportamiento
del gas se modifica considerablemente, siendo la fuerza
eléctrica en el gas de muy largo alcance, de manera que las
partículas en el gas están acopladas y responden collectivamente
a cualquier alteración.
El plasma fue identificado por primera vez en 1879 por Sir William Crookes,
un científico inglés, y fue nombrado "plasma" por un fisico-químico
estadounidense llamado Irving Langmuir.
El plasma es el estado de la materia más común en el universo, pues constituye más del 99 % del universo visible. Al plasma lo podemos encontrar en los relámpagos, en las estrellas, en el viento solar, en la magnetósfera de la Tierra, en el espacio interestelar e intergaláctico, con una amplia gama de temperaturas y densidades.
La ionización toma lugar cuando el gas está muy caliente, muy enrarecido o cuando está sometido a fuentes externas de energía tales como campos electricos y fotones de luz. Los plasmas pueden ser acelerados y dirigidos mediante campos eléctricos y magnéticos que permiten controlarlos y aplicarlos. El estudio del plasma nos está llevando a encontrar muchos usos prácticos: nuevas tecnicas de producción, productos para consumo y el prospecto de generación de energía en abundancia.